Se trata de crear, a mano, máquinas bellas, cómodas, funcionales. Partiendo de otras ya fabricadas que han pasado al olvido, modificarlas mecánica y estéticamente, buscando, ante todo, que aquello que salga de mis manos, funcione bien, esté perfectamente acabado, sea cómodo y, sobre todo, que desees mirarla otra vez, antes de irte a la cama. Que te apetezca subirte en ella, sólo por verla y sentirla, que percibas que tienes algo especial, bonito, bueno, que se identifique contigo.
Los dos primeros proyectos, ya están en marcha. Lentamente, pero en marcha. Los orígenes son una Macario y una Sanromá.
Cuando estén terminadas, verlas será un disfrute. Y usarlas, un placer. Para la primera, parto de una idea que pretende homenajear un hecho singular, ocurrido en España. Siento no poder dar más pistas pero, hasta que no ruede, no diré más.
La segunda, la Sanromá, me permitirá crear una bella mezcla entre el pasado y el presente. Sólo de verla en mi cabeza, crecen las ansias por acabarla, pero los problemas que me está planteando, hacen que el proceso vaya lento. Como debe ser.
Bienvenidos al proyecto.
Macario. Una clásica en muy buen estado. El cambio va a merecer la pena |
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