Ocurre que, por el paso de los años, estos bullones, están medio fundidos con el eje pedalier. O atascados, que tanto da.
La solución, probable, que yo practico, al margen de sprays y golpes, es utilizar el tornillo de taller.
Abro el tornillo hasta un tamaño en el que quepa la distancia entre el extremo del bulón que sobresale (parte roscada) y el borde la biela, del lado opuesto. La cabeza del bulón, en la parte sin roscar, no apoya en el tornillo, el otro extremo, sí.
Aprieto, con delicadeza y.... zás. El bulón sale (sólo me ha fallado una vez, hasta ahora).
Espero que en las fotos, se entienda.
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El tornillo aprieta en la parte roscada y hace tope, a la derecha, en la propia biela, dejando libre la cabeza del bulón |
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Aquí se aprecia el punto en el que hay que apoyar |
Un pequeño añadido: Si en la rosca del bulón, dejamos su tuerca, lógicamente un poco sacada (2 o 3 vueltas, o las necesarias, para que el tornillo apoye en ella) para que pueda soltar, ayudaremos a evitar que la rosca se nos pueda doblar y empujaremos directamente sobre la tuerca, en lugar de en el bulón.
Lo intentaré la próxima vez, hace pocos días tuve una movida con una Cil pequeña y tuvimos que taladrar el bulón.
ResponderEliminarGracias
Inténtalo, Alobada. No falla. Especialmente si pones una tuerca, cilindro o cualquier cosa. De lo que se trata es de el empuje, sea recto. Yo, antes, no ponía la tuerca y el apoyo lo hacía contra la propia biela, con lo que ésta estaba en diagonal. Y también funcionaba, hasta que di con un bulón muy oxidado y atascado que se dobló.
ResponderEliminarTras enderezarlo, puse la tuerca y salió.