Y así fue, funciona, sólo que, al ser un trabajo en serie, necesitaba perfeccionarlo.
Nuevamente, Perucha, el mago, puso sus conocimientos a disposición, con esa generosidad que me tiene asombrado.
Así, en diferentes procesos, ha cortado y perforado una plomada que utilizo como centrador, y una llave para, metida en la tuerca, poder hacer más fuerza en el roscado, por la mayor palanca, que además amplio con una barra en la que introduzco uno de los brazos de dicha llave.
Maravilloso. Pan comido desde entonces.
Gracias, Perucha!!!
En la parte superior, la barra, hecha a medida, con el torno, para colocar el casquillo de la barra de dirección |
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se agradecen todos los comentarios, que no serán eliminados, salvo insulto u ofensa a cualquier raza, persona o creencia.
Intentemos ser positivos, incluso en la crítica, ya que del error, aprendemos.
Gracias.